Descubre cómo la legislación se adapta a los avances tecnológicos en el ámbito del derecho informático.
El derecho informático, un campo en constante evolución, surge como respuesta a los desafíos legales que plantea el rápido avance de la tecnología de la información en la sociedad moderna. En la era digital, donde las interacciones y transacciones se realizan en línea, el derecho informático se convierte en un pilar fundamental para regular y proteger los derechos y responsabilidades de individuos, empresas y gobiernos en el ciberespacio. En este artículo exploraremos en profundidad el concepto y alcance del derecho informático, así como su importancia en un mundo cada vez más interconectado y digitalizado. ¡Acompáñanos!
¿Qué es el derecho informático?
El derecho informático es una rama del derecho que se encarga de regular las relaciones jurídicas que surgen en el ámbito de las nuevas tecnologías. Se ocupa de establecer las normas y principios legales que deben aplicarse en el uso de la información electrónica, la protección de datos personales, la seguridad informática y otros aspectos relacionados.
Es decir, el derecho informático busca garantizar el cumplimiento de las leyes en el contexto digital, adaptándose a los avances tecnológicos y promoviendo la seguridad y protección de los usuarios.
Clasificación del derecho informático
El derecho informático se clasifica en diferentes categorías, según el ámbito de aplicación. Algunas de las principales son:
Informática jurídica
La informática jurídica implica investigar y estudiar aspectos generales de la informática en relación con la recuperación de datos legales, abarcando leyes, doctrinas, jurisprudencias y otros datos relevantes en este ámbito.
A su ves se segmenta en:
- Informática jurídica documental: se enfoca principalmente en recuperar y almacenar textos legales.
- Informática de control y gestión: aborda las actividades administrativas vinculadas al ejercicio legal.
- Informática metadocumental: ofrece soporte en la gestión de sistemas expertos legales, facilitando la investigación y la anticipación legal.
Derecho Informático o computer law
El derecho informático, o computer law, se encarga de abordar las repercusiones negativas derivadas del uso de las Tecnologías de la Información (TI) mediante la aplicación de leyes, normas y principios. A menudo se utiliza menos que la tecnología de la información legal, ya que los beneficios de las TI superan con creces los posibles daños.
Es esencial destacar que las leyes en este contexto son los ordenamientos jurídicos, tanto nacionales como internacionales, que se centran específicamente en cuestiones informáticas. Los cuerpos normativos complementan la política computacional aparte de la legislación establecida, mientras que los principios se derivan de las opiniones de los jueces y otros expertos.
Además, se distingue entre el hecho, que es la consecuencia de una acción humana relacionada con la informática, y el acto, que es el resultado directo del uso de la informática por parte del ser humano.
Política y legislación
Dos términos estrechamente ligados al derecho informático son la política y la legislación informática. La política informática se refiere a un conjunto de normas que guían el desarrollo de las computadoras, mientras que la legislación informática se centra en regular el uso adecuado de las tecnologías de la información para evitar y corregir posibles daños.
Así, la política de TI incluye aspectos tales como:
- La planificación, difusión y aplicación del hecho de TI;
- formulación de normas para la contratación de bienes y servicios de este tipo;
- gestión y control de las actividades relacionadas con la importación y exportación de equipos y software de TI;
- y cualquier otra actividad necesaria para garantizar el crecimiento y desarrollo de este importante sector.
Delitos informáticos
Los delitos informáticos, también conocidos como ciberdelitos, son actividades ilícitas que involucran el uso de tecnología informática o de comunicación. Estos delitos pueden variar en gravedad y van desde acciones relativamente simples, como el fraude en línea, hasta actividades más complejas, como el ciberespionaje o el sabotaje de sistemas informáticos. Aquí hay algunos ejemplos:
- Fraude en línea: Implica engañar a personas o empresas para obtener información confidencial, como contraseñas bancarias o números de tarjetas de crédito, con el fin de cometer robo de identidad o fraude financiero.
- Phishing: Consiste en enviar correos electrónicos falsos que parecen provenir de instituciones legítimas para engañar a los destinatarios y obtener información personal o financiera.
- Malware: Es el uso de software malicioso para dañar o acceder de manera no autorizada a sistemas informáticos. Esto puede incluir virus, gusanos, troyanos y ransomware.
- Ciberacoso: Se refiere al hostigamiento, la intimidación o la persecución de individuos a través de medios digitales, como redes sociales, correos electrónicos o mensajes de texto.
- Ciberespionaje: Implica la infiltración de sistemas informáticos con el objetivo de obtener información confidencial o secreta, ya sea para beneficio propio o para transmitirla a terceros.
- Sabotaje informático: Consiste en interrumpir o dañar deliberadamente sistemas informáticos o redes, ya sea con fines políticos, económicos o simplemente destructivos.
- Pornografía infantil en línea: Incluye la distribución, posesión o producción de material pornográfico que involucra a menores de edad, utilizando internet como medio de distribución.
- Violación de derechos de autor: Se refiere a la reproducción, distribución o exhibición de material protegido por derechos de autor sin el permiso del titular de los derechos.
Y a propósito de los delitos que existen alrededor del mundo informático, hemos creado una actividad para que conozcas más de los riesgos que hay en la web. ¡Ponte a prueba!
Organización de las Naciones Unidas y la protección de los datos
Mucho antes de la llegada de la era digital, se realizaron esfuerzos significativos para salvaguardar la información. Estos esfuerzos quedaron registrados en las primeras convenciones establecidas por la ONU.
Con la evolución tecnológica, el surgimiento de los sistemas informáticos y la automatización de procesos, se intensificaron los intentos por regular las actividades relacionadas con el uso y la comercialización de bienes y servicios informáticos, así como por proteger a los creadores y usuarios de sistemas informáticos en general.
En este contexto, la ONU ha proclamado diversos acuerdos, incluyendo el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Intelectual de 1883 y sus revisiones posteriores, el Convenio de Estocolmo sobre la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de 1967, y el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas de 1886, entre otros.
Además, normativas como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y la Convención Universal sobre Derecho de Autor de 1952 y 1971, así como el Tratado sobre derechos de autor de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de 1996, han sido fundamentales en este ámbito.
Más recientemente, la pandemia de Covid-19 ha generado la necesidad de regulaciones específicas, como la obligación de los gobiernos de promover y proteger el acceso y libre flujo de información durante la crisis sanitaria, establecida en el año 2020.
Por último, la norma ISO 27001 sigue siendo relevante en el derecho informático, abordando aspectos relacionados con la seguridad de la información en las instituciones, especialmente en lo que respecta a la evaluación de riesgos y amenazas.